martes, 11 de mayo de 2010

Mientras mama y papa.

Mientras mamá y papá se pasaron la vida sin saber que yo les robaba plata, yo me pasé los días fingiendo demencia cuando me preguntaban dónde estaban los cien pesos que había arriba de la heladera. Y decidía que era caridad para su única hija mujer, que de verdad nececitaba unas botas nuevas de Prüne. Como decia, vivir en casa era díficil, albergaban a gente desconocida. Algunos entraban solo para usar el telefono y llamar a Brimania, otros para hurgar en la heladera en busca de algo liquido o algo dulce.

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