jueves, 11 de marzo de 2010


Sentir tus besos como los primeros, guardármelos en el alma, y para siempre; Sentir tus caricias como el roce más dulce, el único que sin pensarlo puede provocarme lagrimas de emoción, y ese deseo irrefrenable de comerte a besos y no alejarme de vos ni medio milímetro, nunca más.

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